Lyssa Adkins en su libro Coaching Agile Teams [1] nos presenta a través del árbol de alto rendimiento una metáfora con la que mostrar el camino a aquellos equipos que comienzan una transición a entornos ágiles.
La metáfora se desarrolla mediante una analogía de la evolución de un equipo de desarrollo con el crecimiento de un árbol de la siguiente forma:
Cortesía de Ceasol bajo licencia Creative Commons
Las raíces permiten focalizar los valores que deben subyacer en el comportamiento general de un equipo. Sin unos principios (raíces) sólidos difícilmente el árbol conseguirá crecer y convertirse en un ejemplar adulto y de "alto rendimiento". Lyssa sugiere el uso de los valores Scrum pero puede aplicarse unos propios y particulares. De este modo el compromiso, la sinceridad, el coraje, el respeto y la capacidad de focalizarse en el trabajo pueden ser las raices que permitan al árbol permanecer estable y crecer pese a las adversidades externas.
Las hojas representan las características de un equipo de alto rendimiento: auto-organizado, con poderes para la toma de decisiones, con confianza para resolver cualquier problema, comprometidos con el éxito del equipo, dueño de sus decisiones y compromisos, motivados por la confianza, dirigidos por el consenso y que se sientan cómodos con el desacuerdo constructivo.
Si las raíces (valores) son fuertes y las hojas (características) son capaces de recoger suficiente luz, el árbol podra generar la fruta (los resultados extraordinarios) que se esperan de un árbol de alto rendimiento. Estos resultados pueden ser:
- Generar, a mayor velocidad, valor para el negocio.
- Gracias a la entrega más temprana de valor, será capaz de corregir más rápidamente el rumbo y conseguir generar el valor de negocio correcto, el que realmente interesa.
- Cuando se empieza a recoger las anteriores frutas, el árbol comienza a madurar y con el tiempo podrás llegar a recoger la fruta de los resultados extraordinarios.
- Las dos últimas frutas que debes esperar es conseguir un equipo que realmente puede hacer lo que se propone y un equipo que deja espacio para el crecimiento tanto del equipo como el personal. Gracias a estas dos últimas frutas podrás rejuvenecer continuamente tu árbol (equipo), haciéndolo crecer más, y más...
Es un ciclo sin fin, debemos ser conscientes que las circunstancias cambian, las reglas de negocio también así como los miembros del equipos y los directivos. Lo importante es que nuestra iniciativa de cambio genere la suficiente sabia al árbol para hacerle perdurar en el tiempo pese a todos los cambios anteriores. Es por esto que, aunque ya no lo indique Lyssa, es recomendable que las organizaciones cuiden de todos sus árboles, ya que es difícil que un único árbol de alto rendimiento pueda perdurar en un bosque sombrío... por seguir con las metáforas diría que esto se escapa al control del propio equipo... requiere de buenos guardabosques (directivos) que se preocupen de generar las condiciones necesarias para obtener de sus árboles el máximo rendimiento. No es de extrañar que dichos directivos y sus árboles se encuentren en las mejores organizaciones, aquellas que buscan la excelencia, mientras que otras, aquellas cuyos guardabosques sólo se preocupan del corto plazo acaban teniendo su territorio como representa la siguiente fotografía.
Cortesía de José María Pérez Nuñez bajo licencia Creative Commons
Referencias:
[1] Coaching Agile Teams: A Companion for ScrumMasters, Agile Coaches, and Project Managers in Transition. Lyssa Adkins, Addison-Wesley (2010).
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