Si enfocamos el cambio pensando más en los procesos (a transformar) que en las personas que llevan a cabo dichos procesos probablemente nos encontremos con un rechazo al cambio que puede constituir una barrera difícilmente franqueable. Hay que tener en cuenta que el cambio no es bien recibido cuando estas personas lo ven como algo que no les beneficia a título personal, o algo que no tienen la capacidad de poner en práctica.
Modelo ADKAR